¡Se acabó el teletrabajo, España vuelve al despacho!
Gilles Dallest
Este mes de septiembre tiene para muchos un pequeño sabor de “se acabó la fiesta” y parece que España este masivamente volviendo al despacho, pero… ¿Es realmente todo racional?
Quizás soy de la “vieja escuela” (¡empecé a trabajar en años donde no manchar su corbata comiendo era todavía una preocupación muy masculina!) y quizás eso explica por qué, a finales del 2019 no estaba del todo partidario del teletrabajo.
Empujado por un equipo de “millenials” que a veces suelen ver una agresión personal en cualquier regla que no tenga para ellos un fundamento clarísimo, había aceptado que se pueda trabajar desde casa un par de días… al mes. Poco estaba consciente de la que se adelantaba y cuando cayó del cielo (o subió del infierno) el gran confinamiento del mes de marzo del 2020 toda mi concepción del entorno laboral se tuvo que volcar al 180º.
POS Potential tampoco era la empresa más rígida o clásica del mundo, pero poner futbolines o dardos en un despacho “guay” y abierto, fomentar la comunicación y tener un organigrama tan plano como fuese posible tampoco es suficiente. Para los más jóvenes, responsabilización y equilibrio vida personal/vida laboral son expectativas muy claras.
Y vino marzo del 2020.
¡Qué buena idea y visión habíamos tenido en equipar todo el equipo de portátiles! Este punto fue clave en hacer que la transición se haga de manera inmediata. El primer lunes de confinamiento, trabajando todos desde casa, pudimos así atender a nuestros clientes sin ningún cambio en la calidad del servicio.
Asegurarse de que cada uno disponga de un entorno cómodo en términos de puesto de trabajo: segunda pantalla, silla cómoda, luz etc. se resolvió rápidamente. En 48 horas Teams se convirtió en nuestro nuevo foro de trabajo para lo que no imaginábamos tener que ser más de unos meses…
18 meses después, ya no somos iguales.
Como empresario y leader de este grupo siento orgullo por la actitud de cada uno y la manera en la cual hemos vivido y superado esta crisis. Hemos todos evolucionado y tengo también que reconocer ahora que mi visión del teletrabajo estaba equivocada.
Mis reticencias no tenían sus raíces en la falta de confianza hacia mi equipo sino en el miedo de perder los beneficios del trabajo en grupo y de los intercambios y sinergias generados por la cohabitación de todos en un lugar común de trabajo. Hoy estoy convencido que no tenía fundamento. De hecho, nuestra productividad se ha mejorado, la comunicación es siempre más fluida con las herramientas disponibles y claramente no puedo identificar puntos objetivamente negativos. Así que llegados finalmente al punto donde se puede oficialmente decir a todos “se acabó, volvemos al despacho”, el equipo de leadership de POS Potential se encontró ante una difícil decisión.
Las posibilidades se resumen en tres:
- Volvemos a la situación “ante-COVID”
- Encontramos un “término medio” volviendo 2 o 3 días a la semana al despacho
- Seguimos teletrabajando
Una encuesta anonimizada enviada al equipo demostró claramente que el punto 3 recogía la gran mayoría de las preferencias. La mejora del equilibrio vida personal/vida laboral, así como la perdida diaria de tiempo y dinero en desplazamientos eran los dos puntos destacados. ¿Íbamos a ir en contra de los deseos de todos? Y más que todo ¿con qué racionalidad?
Después de bastante reflexión, y a falta de identificar una razón clara teniendo que ver con la calidad del trabajo o del servicio a nuestros clientes, decidimos seguir la opinión general y “quedarnos en casa” o más bien proponer un modelo abierto y flexible:
- El despacho está abierto
- Cada uno puede venir trabajar en cuanto le sea agradable o útil
- Cada equipo se reúne físicamente un par de veces al mes con una agenda colaborativa
- Organizaremos una vez al mes un evento “social” común que puede ser tan sencillo como una comida.
Esta organización debe permitirnos recuperar algo del vínculo físico que nutre los “animales sociales” que somos y es imprescindible para hacer equipo mientras cada uno pueda encontrar el patrón de trabajo entre despacho y casa que le haga más feliz. Al final, estoy personalmente convencido de que una persona feliz trabaja mejor y que eso al final beneficia a la empresa y a sus clientes.
La interacción con nuestros clientes seguirá el mismo patrón que durante el año y medio pasado ya que las teleconferencias se han generalizado. A finales del 2021 ¡nadie se siente ofendido (al contrario) que no nos desplacemos de Barcelona a Madrid o Paris para una reunión de dos horas! Así combinamos eficiencia, control de tiempo y costes para todos, pero también la reducción de nuestra huella carbono.
Los puntos claves de este cambio organizativo radical se pueden resumir en dos palabras:
- Confianza
- Responsabilización
Proporcionamos a cada uno condiciones que permiten mejorar el equilibrio entre vida laboral y personal a cambio de que los objetivos personales se logren.
Confiar, responsabilizar es establecer entre los colaboradores y el equipo de liderazgo unas relaciones adulto-adulto que solo pueden ser positivas en términos de valorización, autoestima, motivación e implicación de todos en el proyecto de empresa.
Controlar, imponer reglas que no tengan un fundamento demostrable es al contrario quedarse en un mundo que hemos dejado atrás de manera acelerada en el último año y medio.
Evidentemente, esta decisión se ha tomado dentro de el marco especifico de POS Potential caracterizado por la desmaterialización del producto y servicios y una plantilla de una edad media alrededor a los 30 años.
También, en la vida como en el mundo de los negocios nada está grabado para siempre en el mármol y tenemos que estar flexibles y saber adaptarnos a un mundo en perpetuo proceso de cambio, pero de momento… ¡no volvemos al despacho!
¡Si has llegado hasta aquí ya estás a un paso más de poder vender más y mejor! ¿Qué opinas de este articulo?
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¿Algo más sobre el tema?:
– https://elpais.com/economia/2021-09-14/el-teletrabajo-pierde-fuelle-frente-al-presencialismo.html
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